Según la Organización Mundial de la Salud OMS, la tuberculosis continúa siendo una de las 10 principales causas de muerte del planeta, y una de las enfermedades infecciosas que más predominan en el mundo. Se calcula que cada día mueren alrededor de 4.000 personas por tuberculosis, y cada año un millón de niños contraen la enfermedad. En algunos países desarrollados la incidencia es baja, de menos de 15 casos por cada 100.000 habitantes; sin embargo, en los países en vías de desarrollo la incidencia puede llegar a tasas de entre 500-1000 casos por 100.000 habitantes.

Por otro lado, la tuberculosis es una enfermedad social vinculada a la pobreza, en que las condiciones de vida juegan un papel muy importante en su distribución, como por ejemplo el hacinamiento, la mala alimentación o la falta de higiene. Por eso afecta especialmente a la población más vulnerable, como niños, ancianos o personas con deficiencias en el sistema inmunológico, como la infección por VIH. Existe una vacuna para la tuberculosis, aunque su efecto protector es limitado. La enfermedad tiene cura mediante un uso prolongado de fármacos, durante como mínimo 6 meses. La adherencia al tratamiento es de vital importancia para conseguir la curación de la enfermedad y evitar, por ejemplo, la aparición de formas resistentes al tratamiento.

Los casos de tuberculosis resistentes representan un grave problema de salud pública por las repercusiones clínicas y epidemiológicas que conllevan. Requieren de tratamientos de segunda línea durante períodos más prolongados, de hasta dos años, pudiendo provocar importantes efectos secundarios para los pacientes. Además, muchos de estos tratamientos tienen costes muy elevados y difíciles de asumir por países con escasos recursos.

¿Cómo puede actuar un país ante un brote de tuberculosis resistente? ¿Cómo determinar y planificar acciones preventivas o de control en estas situaciones? ¿Qué población está expuesta a casos?.
Estas son algunas de las preguntas a las que un Sistema de Información Geográfica (SIG, o GIS, de las siglas del inglés) puede ayudar a responder en la lucha contra la epidemia, principalmente en la toma de decisiones en el control y la prevención. Es en este contexto que nace TBCMaps.

TBCMaps

TBCMaps es un herramienta SIG orientada a ayudar a los equipos médicos en el seguimiento y control de la tuberculosis. Permite consultar la distribución territorial de los casos, analizar espacialmente los contagios y generar mapas temáticos a partir de indicadores. Esta herramienta puede tener un potencial uso para el seguimiento de otras enfermedades epidémicas.

El punto de partida son los datos, una tarea necesaria y que el Centro de Investigação de Saúde de Manhiça, Mozambique – CISM, en adelante – ha realizado de una forma excelente. Por un lado, han elaborado una base de datos con un inventario de viviendas geoposicionadas, identificadas de forma única, a modo de registro demográfico.

Una encuesta recoge, además de datos de posición de la vivienda, características de la población y de la propia vivienda, como el número de ventanas, tipo de cocina, o el hacinamiento, por dar algunos ejemplos. Esta información se recoge mediante una plataforma OpenHDS y dispositivos móviles (PDA) tal como vemos en la figura 1, en la que se aprecia el identificador de la vivienda en la puerta de la vivienda:

Técnico del CISM realizando el inventario demográfico
Figura 1: Técnico del CISM realizando el inventario demográfico


Por otro lado, una base de datos recoge información de los casos de tuberculosis y estos se relacionan mediante un código con la vivienda. Este registro clínico incluye características de los casos como edad, sexo, infección por VIH y el tipo de infección tuberculosa. De este modo, la relación de estas dos bases de datos permite su explotación en herramientas GIS y combinar información demográfica y clínica.

La herramienta TBCMaps es una herramienta de vigilancia epidemiológica que permite:

  • Analizar la distribución territorial de los casos y acceder a su ficha con los datos relevantes
  • Realizar un análisis temporal de los casos, por ejemplo, de los últimos 6 meses, para detectar concentraciones en determinadas zonas del territorio
  • Comparar mapas a lo largo del tiempo, para determinar diferencias en la distribución de los casos y cambios en los patrones o para establecer zonas prioritarias donde establecer medidas de control
  • Focalizar el análisis en los casos más preocupantes, como los casos de tuberculosis resistentes
  • Mostrar los casos tanto individualmente como en un mapa de calor, que facilita la visualización de las zonas con mayor concentración de casos, tal como se aprecia en la figura 2
Visualización de la concentración de casos de tuberculosis mediante un mapa de calor
Figura 2: Visualización de la concentración de casos de tuberculosis mediante un mapa de calor


Otro tipo de estudio, que permite el SIG, es analizar los casos próximos a un caso índice. Este análisis ofrece casos alrededor del individuo de estudio, que se pueden filtrar también en un rango de tiempo y obtener un listado de los casos con sus principales características: edad, sexo o tipo de infección, entre otros. Esta herramienta permite al equipo médico analizar el contexto geográfico de un individuo, y buscar patrones o circunstancias que pueden ser de riesgo para iniciar acciones de control, para detectar y evitar la aparición de nuevos casos. En la figura 3 se muestran los casos encontrados a un radio determinado del caso índice.

Estudio de contactos a partir de un caso índice
Figura 3: Estudio de contactos a partir de un caso índice


También puede ser de interés analizar las infraestructuras y distribución de recursos en el territorio, como centros sanitarios. Para ello, se incluyen mapas temáticos con las zonas sanitarias, en las que hay un centro de salud u hospital como mínimo. Los datos permiten analizar la incidencia en esas zonas en un momento de tiempo, último año o dos años, y visualizarlos mediante un mapa temático. Estos mapas permiten identificar acciones de planificación, por ejemplo, añadiendo nuevos centros de salud, o asignándoles más recursos en las zonas con mayor concentración de casos.

Sin embargo, hay más posibilidades, como por ejemplo la comparación histórica de la distribución de casos en años distintos, el estudio estadístico que analice la correlación entre factores de riesgo y la aparición de ciertos brotes de tuberculosis, y así determinar zonas potenciales a controlar. Uno de los retos principales sería la escalabilidad de la solución a nivel nacional, aunque es necesario un trabajo importante de obtención de datos.

La utilización de un sistema SIG para la prevención y el control de la tuberculosis, como es el caso de TBCMaps, ha generado un gran interés y satisfacción. El CISM está realizando una enorme labor orientada al uso de la geolocalización para el control epidemiológico.

El control de la tuberculosis, en países con situaciones epidémicas críticas como en el caso de Mozambique, requiere un esfuerzo enorme, tanto a nivel de recursos humanos como económicos.  El uso de nuevas tecnologías, como aplicaciones móviles, geolocalización y análisis de datos, puede contribuir al control de la enfermedad y ayudar a los retos en salud en el futuro.

TBCMaps ha sido elaborado en el contexto del trabajo final de Ingeniería Informática de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha quedado entre los 6 trabajos finalistas de los premios UOC-RMF, y ha obtenido el primer premio en la 1ª edición de los premios Pedro R. Muro-Medrano de la Universidad de Zaragoza.

Puedes acceder al trabajo completo desde el repositorio de la Universitat Oberta de Catalunya: Aplicació web per al control epidemiològic de la tuberculosi (TBC) a Manhiça, Moçambic

Lluís Tartera Ansay es director de Negocio de Nexus Geographics