Echo la mirada atrás y sólo veo ilustres filósofos y científicos que hablaban maravillas de la Geografía. Desde el «excepcionalismo» de la Geografía de E. Kant (S. XVIII-XIX), frente a otras ciencias sistemáticas, que le hacía enormemente difícil formular leyes vinculadas al estudio del espacio hasta la extrema complejidad con la que A. Einstein (S. XIX-XX) describía la Geografía reflejada en sus manuscritos, cuando trabajaba en una aduana, en los que relataba la extrema dificultad para poder modelar los flujos migratorios (1).

Pero la realidad histórica de esta disciplina científica es otra. Nos enseña que la labor del Geógrafo ha sido y es fundamental la de tener un conocimiento real del territorio. Este conocimiento era, aún más importante si cabe, un requerimiento obligatorio para cualquier empresa que el Hombre quería realizar y en la que había que tomar una decisión territorial de cualquier índole, en especial, geopolítica.

¿Alguien se imagina poder descubrir una nueva tierra sin la necesaria planificación a través de un mapa?; o ¿enviar los suministros de ayuda a unos refugiados sin la confianza de saber las rutas seguras de acceso a la población?; o ¿planificar la ubicación geográfica de nuevos centros educativos o sanitarios sin el análisis de la estructura demográfica de la población existente en una ciudad?. Y así, un largo etcétera de trabajos en los que el conocimiento geográfico del territorio es fundamental para que la decisión tomada sea la más correcta.

Como cualquier geógrafo siempre me ha interesado saber cuál ha sido la evolución de mi ciencia, es decir, conocer qué crisis paradigmáticas ha tenido para saber qué métodos, técnicas y herramientas disponemos para ayudar a tomar más y mejores decisiones territoriales en el mundo donde el hombre realiza su actividad económica, social y cultural.

Hoy, repaso el conocimiento geográfico que se aprende en el sistema educativo e España y veo con extrañeza cómo la Geografía queda olvidada y maleada en su contenido curricular. Y lo comparo con el retrato realizado por Goya de Luis María de Borbón y Vallabriga, sito en el Museo Provincial de Zaragoza, donde se trasluce la importancia que tenía la Geografía (porta en su mano una pieza de puzzle de un mapa de Europa) junto con otras materias como las Matemáticas y pienso: ¿por qué estamos peor que hace dos o tres siglos?, ¿qué Geografía aprenden nuestras generaciones futuras?. Y, sigo reflexionando, ¿tan fácil es esta ciencia? Pero no... Pienso que no. Aunque sí creo que en algún momento de la historia más reciente, su importancia quedó marginada frente a otras ciencias y nadie quiso o pudo rescatarla.

Luis María de Borbón y Vallabriga. Óleo sobre lienzo. Francisco de Goya y Lucientes. 1783. Museo Provincial de Zaragoza
Luis María de Borbón y Vallabriga. Óleo sobre lienzo. Francisco de Goya y Lucientes. 1783. Museo Provincial de Zaragoza

 

Saber donde está Australia, una lista de capitales o los principales ríos ibéricos no es Geografía, es cultura general. Aprender Geografía es analizar el territorio para comprenderlo, adquiriendo la habilidad de representar espacialmente, por norma general mediante un mapa, hechos o relaciones entre distintos fenómenos que, aparentemente independientes, ocurren en un mismo espacio.

Suscribo las palabras de D. Fernando Zulaica, ex-vicerrector de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Zaragoza, que en un incomparable marco como es el Patio de la Infanta de Zaragoza, coincidiendo con el acto de entrega de premios de la VI Olimpiada de Geografía en Aragón, destacó la importancia de la Geografía en las enseñanzas medias y el bachillerato reconociendo en esta ciencia transversal el puntal fundamental para adquirir el conocimiento de otras materias.

En pleno siglo XXI, me alegro al ver como el mapa, la imagen satélite, etc., en suma, la información geográfica sigue siendo clave en buena parte de empresas de diferente índole incluyendo la de nuestros quehaceres diarios.

Recientes estudios macro y microeconómicos, vinculados a esta revolución geoespacial, reflejan los beneficios socioeconómicos relacionados con la explotación de la información geográfica. Si a esta ecuación añadimos la explosión del Big Data se logra un cóctel que ha de permitir resolver problemas a cualquier actor público (saber dónde, cómo y qué medidas económicas aplicar en un territorio menos desarrollado) o privado (desde conocer cuál es el lugar más idóneo para abrir un establecimiento comercial hasta decirle a un ciudadano dónde está la estación de bicis más cercana). La Geografía ha sido y es una de las ciencias que nos ha ayudado en este camino apoyándose o siendo el bastón de otras ciencias exactas.

Al margen de estudios, si queremos evitar el posible grado de subjetvividad, podemos visualizar datos cuantitativos que nos confirmen la evidencia de la importancia de la geografía a través de una de sus herramientas de trabajo; los mapas. En la tendencia de contenidos generales más buscados no ha de sorprendernos que los mapas sea el contenido con mejor promedio frente a otras palabras clave como viaje, música, fútbol o política. Estos son los datos que arroja Google (2) al respecto:

Gráfico de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en el mundo
Gráfico de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en el mundo

 

Los números reflejan el interés de búsqueda en relación con el mayor valor de un gráfico en una región y en un periodo determinado. Un valor de 100 indica la popularidad máxima de un término, mientras que 50 y 0 indican una popularidad que es la mitad o inferior al 1%, respectivamente, en relación al mayor valor. El lector podrá jugar con esta útil herramienta y probablemente encontrará algún contenido que es más buscado, pero no hay duda de su relevancia.

De hecho, el mapa no deja de ser otra mienta que cualquier especialista usa para representar estos mismos datos cuantitativos. Así que no ha de faltar un mapa en el presente artículo:

Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en el mundo
Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en el mundo

En España, no nos quedamos atrás, estos son los datos que arroja Google:

Gráfico y Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en España

Y el mapa

Gráfico y Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en España
Gráfico y Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en España

 

Hoy, lamentablemente, seguimos en la encrucijada educativa en la que, pese a disponer de docentes premiados por sus herramientas educativas o catedráticos especialistas en materia de cambio climático por poner unos ejemplos, obviamos las fortalezas y oportunidades que da esta ciencia al alumnado de la enseñanza media para comprender el mundo que le rodea y en el que vive.

Soy optimista por naturaleza, y, afortunadamente, disfruto viendo la revolución geoespacial de los últimos diez años que nos permite disponer de una forma ágil información geográfica de cualquier variable territorial. Una información geográfica útil para que cualquier ciudadano pueda conocer cualquier territorio del planeta sin salir de su casa y, sobre todo, útil para que cualquier empresa o administración pública pueda tomar mejores decisiones territoriales.

Soy optimista porque la Geografía sigue latiendo diariamente mediante el uso de esos mapas, fotos aéreas a través de nuestros dispositivos móviles.

Pero quiero ser más optimista y confío, espero y deseo que nuestros responsables educativos retomen lo antes posible el papel de la Geografía en el curriculum educativo estatal y, sobre todo en el autonómico que, hoy en día, es verdaderamente quien configura la hoja de ruta de lo que aprende el alumnado en una región de este país.

Estudiar Geografía durante las enseñanzas medias permite que nuestros alumnos del Siglo XXI se arraiguen en el territorio, a través del conocimiento de la Geografía y de todo lo que la relaciona; sus paisajes, sus gentes, sus tradiciones y, sobre todo, amplia su mirada y horizonte cognitivo. Sin lugar a dudas, la Geografía no tiene la última palabra pero no se puede prescindir de ella.

Un artículo de Rafael Martínez Cebolla. Geógrafo. Colegiado nº 2.209. Delegado Territorial de Aragón del Colegio de Geógrafos de España

Notas