En el siglo XVI los cartógrafos flamencos y holandeses comienzan a dibujar las primeras fronteras de países a la vez que convierten a la cartografía en una industria. Las fronteras aparecen claramente delimitadas en un afán por categorizar las regiones según su interés comercial y financiero. La expansión europea, primero por América y posteriormente por el África continental, fue el comienzo de la formación de las naciones, que se desarrollan en el siglo XVIII gracias a las fronteras y la creación de una identidad nacional. Ese proceso, que comenzó en el XVI, aun no ha finalizado. Con más frecuencia de lo que nos permite asimilar la inmediatez en la que vivimos cambia el mapa político que creemos definitivo. A veces son pequeñas modificaciones, como la realizada en 2015 entre Bélgica y los Países Bajos debido a la erosión y el cambio del curso del río Mosa que creo una pequeña península belga en un enclave holandés en Vise, al sur de Maastrich. Otras veces esos cambios son más importantes, como los nuevos países surgidos de la separación de la antigua URSS, o solo afectan de forma parcial, como la creación de la Unión Europea.

Además las fronteras tienen otros retos, crisis migratoria, Brexit, concatenación de conflictos en Oriente Medio, tensiones asiáticas, construcción de un muro entre México y Estados Unidos, etc.; para algunos analistas, como Parag Khanna, se está creando una sociedad que trasciende los estados y avanza hacia una civilización de redes globales, lo que haría desaparecer los estados, al menos tal como los entendemos hoy. Las fronteras quedarían muy diluidas en la sociedad de la conectografía que describe Khanna.

Los autores del «Atlas de las fronteras», Bruno Tertrais (analista, consultor en geopolítica, director adjunto de la Fundación para la Investigación Estratégica) y Delphine Papin (doctora del Instituto Francés de Geopolítica, responsable del servicio de cartografía del periódico Le Monde), no ven tan amenazado el papel del estado, al que siguen situando como la entidad política más importante de la sociedad internacional a pesar del papel desempeñado por las organizaciones supranacionales, las grandes empresas y otros actores no estatales.

Atlas de las fronteras
Portada del libro Atlas de las fronteras

 

Pero sea cual sea el futuro de las fronteras no hay motivos para creer que estas vayan a desaparecer próximamente y aunque pueden ser una excelente oportunidad de conexión y relación, también son barreras y fuentes de conflicto. «Atlas de las fronteras» es una invitación a conocerlas mejor, desde las fronteras heredadas a las fronteras invisibles; de las fronteras como muros y los flujos migratorios a las fronteras en llamas, además de unas curiosidades fronterizas, algunas sorprendentes.

Un libro actual para reflexionar sobre el concepto de frontera, un término resbaladizo pero presentes en nuestra vida debido a los tiempos de muros y migraciones a los que asistimos. Con un cuidado diseño de mapas este libro no es un libro ilustrado al uso. Cuenta con un buen número de mapas de Xemartin Laborde, periodista y cartógrafo en el periódico Le Monde y en la revista de geopolítica Hérodote, donde Delphine Papin es miembro del comité editorial.

Para bien o para mal las fronteras están entre nosotros y que mejor que un mapa para entenderlas.

«Atlas de las fronteras» está a la venta en librerías españolas en formato papel y se distribuye en América Latina por empresas distribuidoras en Perú, México, Colombia y Chile

Ficha del libro

  • Título: Atlas de las fronteras
  • Autor/a: Bruno Tertrais; Delphine Papin; diseño de mapas Xemartin Laborde
  • Editorial: Cátedra
  • País: España
  • Fecha edición: 11 de Octubre de 2018
  • Precio: 25 euros (edición papel)
  • ISBN: 978-84-376-3898-0
  • Nº de páginas: 139 páginas
  • Idioma: español