R.L. Stevenson, Alfred Korzybski y Michel Houellebecq podrían haber establecido un curioso diálogo que cronológicamente quedaría algo así
- Me han dicho que existe gente a la que no le interesan los mapas; lo encuentro difícil de creer
- Pero el mapa no es el territorio
- Es que el mapa es más interesante que el territorio
La conversación anterior no se ha producido, al menos en estos términos, pero estas tres ideas nos permiten hacer un recorrido por parte de la historia de la cartografía, desde la importancia del mapa como imagen, una de los productos gráficos más familiares y reconocidas de nuestra cultura visual, a la situación actual donde parece que mirar la realidad a través de las pantallas de nuestros dispositivos la hace más interesante
Me han dicho que existe gente a la que no le interesan los mapas
«En una de esas ocasiones, dibujé el mapa de una isla, estaba –creo– elaborada y bellamente colorida; su forma obligó a mi habilidad a ir más allá de lo habitual, contenía muelles que me agradaban como si fueran sonetos y, sin percibir a lo que estaba predestinada, titulé mi realización “La isla del tesoro”. Me han dicho que existe gente a al que no le interesan los mapas; lo encuentro difícil de creer. Los nombres, los contornos de los bosques, los cursos de caminos y ríos, las marcas prehistóricas del hombre claramente discernibles…; he aquí una interminable fuente de interés para todo hombre con ojos para ver o una mínima imaginación con la que poder entender».
Así comienza el artículo en el que R.L. Stevenson (1850-1894) narra como se le ocurrió escribir la «Isla del tesoro» y en el que podemos leere una de las descripciones más claras de la fascinación que ejercen los mapas en quien los observa.
Mapa de la Isla del tesoro dibujada por Stevenson, no se trata del original descrito, que se perdió. 1883
El mapa no es el territorio
Alfred Korzybski (1879-1950) ya dijo en 1931 aquello de «el mapa no es el territorio» refiriéndose a que las personas no interpretamos la realidad tal como es, sino a través de nuestra percepción y experiencias, a través de los modelos que creamos, simplificando la realidad, para poder entenderla.
A veces estos modelos se vuelven demasiado complejos, como nos contó Borges en «Del rigor en la Ciencia», homenajeando a Lewis Carroll, otras son muy simplistas y dudamos sobre su capacidad para explicar el conjunto de datos o hechos que nos propone, pero como dice Jesús Fernández-Villaverde hablando de modelos económicos, «los modelos, abstracciones, simplificaciones, son la única manera de entender el mundo» y añade «todos los modelos son falsos, pero algunos son útiles».
El mapa es más interesante que el territorio
En «El mapa y el territorio» (Anagrama 2011) Michel Houellebecq (1956) utiliza la figura de los mapas para observar como en las sociedades occidentales de hoy lo virtual gana terreno a lo real, la representación por encima de lo representado.
«Un gran cartel obstruía la entrada de la sala, dejando al lado aberturas de dos metros donde Jed había colocado juntas una foto satélite tomada en las inmediaciones del globo de Guebwiller y la ampliación de un mapa Michelin “Departamentos” de la misma zona. El contraste era extraordinario: la foto satélite sólo mostraba una sopa de verdes más o menos uniformes sembrados de vagas manchas azules, mientras que el mapa desarrollaba una rejilla fascinante de carreteras departamentales, pintorescas, de vistas panorámicas, bosques, lagos y puertos de montaña. Encima de las dos ampliaciones, en letras mayúsculas negras, estaba el título de la exposición: EL MAPA ES MÁS INTERESANTE QUE EL TERRITORIO»
Houellebecq enfrenta la aparente objetividad de las imágenes de satélite con la complejidad visual que implica un mapa, aunque en realidad como seguidores de la teledetección sabemos que las imágenes tienen la misma subjetividad que los mapas; así aspectos como la tecnología que se emplea para su adquisición, la resolución, o la combinación de bandas elegidas para componer una imagen, dan al mismo territorio aspectos muy diferentes.
Asi sucede en las dos imágenes de abajo, donde dos fotos aéreas de la misma zona, tomada en fechas distintas, con diferente área a mostrar, escala, punto de vista (oblicua y vertical), color tecnología de adquisición, tratamiento... nos dan impresiones muy distintas.
Puerto Real (Cádiz) en 1982. Vuelo analógico 1:25.000 del IECA
Abajo detalle de una zona incluida en la foto anterior. La foto es de Héctor Garrido dentro de su colección «Fractal de Doñana y las marismas», que dio lugar a un libro y se utilizó para los créditos de inicio de la película «La Isla Mínima»
Isla del Trocadero, Puerto Real (Cádiz) en 2005. Foto de Héctor Garrido
En este diálogo se puede cambiar el orden y cobra nuevos significados o ampliar con más frases clásicas, ¿cual es tu propuesta? Cuéntanosla en #diálogomapas