Cuando veo el trabajo de Gerardo Canet (1911-2011) o de su maestro, Salvador Massip (1891-1978), padre de la Geografía cubana en el siglo XX, siempre me acuerdo de las ilustraciones de los libros de texto de los años 40 o 50, tipo la Enciclopedia Álvarez, unos libros de texto de gran éxito en España creados en 1954 y que aún usaban algunos profesores en los colegios españoles en los años 70.

Mapa de los paisajes de Cuba. Detalle. Por Gerardo Canet. Vía davidrumsey.com

La representaciones del relieve, la simbología y diagramas fisiográficos que crearon para el mapa  Diagrama Fisiográfico de Cuba (Erwin Raisz y Salvador Massip, 1929) o el Mapa de los paisajes de Cuba (Gerardo Canet con la colaboración de Erwin Raisz, 1949), por poner dos ejemplos, tienen esa ingenuidad y minuciosidad del trazo a mano propio de la época, que les transmitió Erwin Raisz (1893-1968), cartógrafo norteamericano nacido en Hungría y maestro de toda una escuela de representación del relieve, paisajes y accidentes geográficos en mapas. Erwin Raisz es autor del primer libro de texto de cartografía que se publicó en inglés, General Cartography, y conocido especialmente por sus mapas sobre Norteamérica, aunque dibujó cartografía de todo el mundo.

Leyenda fisiográfica de Erwin Raisz de su libro Principles of Cartography. Vía experimentalcraft

Esta sencillez, vista desde el siglo XXI, no oculta el enorme trabajo de investigación y metodológico que hay detrás de estas obras. Y esto es lo que debió ver Ben Gibson, conocido diseñador gráfico, cofundador y director de arte del Pop Chart Lab y del que hemos hablado en Nosolosig por su mapa de la verdad y la mentira, en el libro de Reif Larsen cuando le encargaron el diseño y las ilustraciones de la novela «Las obras escogidas de T. S. Spivet».

Y es que las ilustraciones de Ben Gibson recogen esa dualidad del libro, que tiene por protagonista a un niño de 12 años que dibuja mapas e ilustraciones de todo lo que lo rodea o le gusta, pero parece más destinado a un público adulto, en lo que los anglosajones denominan literatura crossover, libros destinados a lectores de todas las edades que saltan la etiqueta de libros juveniles.

Portada de unas de las versiones americanas de Las obras escogidas de T.S. Spivet

T.S. Spivet, el chaval protagonista, dibuja no solo mapas del territorio, si no también mapas conceptuales, esquemas, diagramas, etc. que nos llega a nosotros los lectores a través de las ilustraciones de Ben Gibson basadas en los bocetos del autos, Reif Larsen; y lo hace con una sorprendente capacidad de observación, con el fin de entender a su familia y el mundo que lo rodea.

La obra esta llena de referencias geográficas, como no podía ser menos con un protagonista, que tiene una habitación «llena hasta los topes con los sedimentos de la vida de un cartógrafo», y que tiene casi como único amigo a un chaval que «se sentía como en casa en cualquier pendiente con una inclinación superior a 45 grados, sujetando la señal naranja de medición mientras yo dibujaba...».

Pero también nos recuerda, como hacia el lingüista Alfred Korzybski con su «el mapa no es el territorio», «que el mapa de un lugar era diferente al lugar en sí mismo» y si Michel Houellebecq ya nos avisaba que los mapas son más interesantes que el territorio, a Reif Larsen y a su protagonista incluso no le importan que contengan errores, puesto que «jamás ha existido un mapa que no tuviera errores, y la verdad y la belleza jamás permanecieron unidas por mucho tiempo».

En el año 2013 se realizó la versión cinematográfica de la novela, con una película dirigida por Jean Pierre Jeunet, director Delicatessen y Amélie, entre otras.

Ficha en Nosolosig de «Las obras escogidas de T. S. Spivet» por Reif Larsen, publicada en España por Seix Barral